¿Qué es la labranza?
La labranza es el proceso de descompactar y airear el suelo, normalmente como preparación para la plantación de semillas, plántulas o esquejes. Labrar el suelo antes de la plantación proporciona a la planta las mejores condiciones para prosperar.
La labranza mejora el estado y la calidad del suelo al romper la corteza del suelo y aumentar la porosidad, lo que facilita la infiltración del agua en el suelo. Además aumenta la temperatura del suelo, lo que favorece el crecimiento.
Labrar el suelo también ayuda al mantenimiento de los lechos de cultivo. Mantiene a raya las malas hierbas al perturbar las semillas, enterrándolas a demasiada profundidad o exponiéndolas a los pesticidas en la superficie. Y puede utilizarse para mitigar la erosión mediante una práctica conocida como labranza en contorno, en la que se utilizan canales de agua de forma estratégica para controlar la escorrentía y evitar que el suelo sea arrastrado.