Sustitución de una junta de culata: cuándo se ha de realizar y cómo hacerlo

La junta de culata es un componente esencial de tu motor. Permite que los cilindros del motor trabajen juntos para poder mover la máquina. Si la junta de culata está funcionando mal, el problema tiene que solucionarse lo más rápido posible. Cuanto más tiempo tardes en solucionarlo, más daños tendrás que reparar. En este artículo aprenderás cuándo, por qué y cómo sustituir la junta de culata de tu motor.

La junta de culata es una de las juntas más importantes del motor. Sella los pasajes entre el bloque del motor y la cabeza de los cilindros, permitiendo que el aceite y el refrigerante circulen por el motor sin que se viertan en los cilindros o fuera del motor. La junta de culata también actúa como un elemento de fuerza de transmisión, que influye en la distribución de la fuerza generada por los cilindros.

La alta potencia de combustión de los motores modernos significa que la junta de culata debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar temperaturas y presiones muy altas. En el pasado, las juntas de culata eran fabricadas, a menudo, con cobre o materiales compuestos que, generalmente, contenían grafito. Hoy en día, la mayoría de las juntas de culata están hechas con acero multicapa (MLS), el cual está formado por una acero fino revestido con caucho.

Aunque las juntas de culata son bastante duras hoy en día, siguen estando expuestas al desgaste. Si algo va mal con tu junta de culata, el aceite y el refrigerante pueden verterse en partes del motor en las que no deberían, comprometiendo la seguridad y causando daños cuantiosos. Esta es la razón por la cual una junta de culata con fugas debe ser sustituida lo antes posible. 

Una junta de culata rota, algo que, a menudo, se llama junta de culata fundida, puede causar varios problemas en el motor. Es importante conocer los síntomas que indican que tu junta de culata está teniendo pérdidas para remediar el problema lo antes posible y limitar el periodo de inactividad de tu máquina.

Las señales a vigilar incluyen:

• Sobrecalentamiento del motor. Si el sellado de la junta de culata está fundido, puede verter refrigerante, algo que significa que el motor no puede refrigerar como debería hacerlo.
• Nivel de refrigerante bajo sin pérdidas obvias. El motor podría estar vertiendo refrigerante en los cilindros en el bloque de motor.
• Burbujas en el radiador o depósito de refrigerante. Son causadas por gases de la cámara de combustión que se escapan al sistema de refrigeración.
• Pérdida de potencia. Si se perfora la junta de culata, causa una pérdida de presión en la cámara de combustión y la potencia del motor baja.
• Humo de escape blanco. El refrigerante que fluye hacia el interior de la cámara de combustión se quema y libera humo blanco.
• Aceite del motor lechoso. Si el fallo de una junta de culata hace que el refrigerante se vierta en los pasajes de retorno del aceite, el aceite del motor puede adquirir un aspecto lechoso.
• Fugas externas. La fuga de líquido desde el motor podría ser refrigerante o aceite que se escapa a través de una hendidura en la junta de culata.

Los principales peligros de tener un motor funcionando con una junta de culata fundida incluyen:

• Sobrecalentamiento. Si tu motor está perdiendo refrigerante debido a una junta de culata con fugas, es probable que se produzca sobrecalentamiento y otros daños.
• Daños irreparables. Cuando el aceite del motor se mezcla con refrigerante, se vuelve más diluido y ya no puede ofrecer el nivel de lubricación necesario, algo que lleva a daños en el motor que son imposibles de reparar.

La siguiente es una guía general para sustituir la junta de culata en un motor. Se recomienda que también consultes el manual de tu máquina para encontrar información que sea específica para tu motor.

1. Quita la junta de culata usada.
2. Limpia las superficies. Quita cualquier resto de óxidos o residuos de las superficies que estarán en contacto con la nueva junta de culata. Usa, si es necesario, un producto de limpieza industrial. La uniformidad de las superficies de las cabezas de los cilindros y del bloque del motor tiene un impacto significativo en el rendimiento de la junta de culata.
3. Comprueba las irregularidades y distorsiones en los componentes. Esto puede determinarse usando una regla recta y el método de la brecha de luz. Coloca el dispositivo de prueba de la regla recta sobre la superficie y míralos conjuntamente contra una fuente de luz. Mueve la herramienta por encima de los orificios de pernos desde una parte a la otra y desde arriba hacia abajo. Cualquier irregularidad se hace visible gracias a la luz que brilla a través de los espacios. 
4. Coloca con cuidado la nueva junta de culata. Haz que encaje perfectamente encima de cada orificio de los cilindros alineando sus características con las del bloque del motor y apretando de manera uniforme hasta que se asiente sobre su sitio. Si es necesario, mueve la junta de culata ligeramente mientras presionas para asegurarte de que todas las esquinas y bordes laterales estén ajustados contra sus superficies correspondientes, ¡pero sin forzar nada! Si está alineada perfectamente, la junta de culata encajará fácilmente. Si hay algo que parezca no ser correcto, comprueba que tienes el recambio adecuado para tu máquina y/o comprueba otra vez la falta de uniformidad o ajuste.
5. Instala los nuevos pernos. Enrosca los pernos de manera uniforme hasta que tengas un ajuste preciso, pero ten mucho cuidado para que no tengan un par de apriete excesivo. Asegurarse de tener la selección adecuada de pernos y de aplicar el procedimiento de apriete correcto es fundamental para lograr el sellado necesario. Por eso siempre es importante seguir las instrucciones del fabricante. En algunos motores, cuando la junta de culata ha sido sustituida, la cabeza de los cilindros tiene que volver a apretarse al cabo de aproximadamente 50 horas de uso del motor. Consulta tu manual de mantenimiento para instrucciones específicas para tu motor.

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